Zamora, un tesoro bajo el arco iris
Cuenta la leyenda que allá donde empieza el arco iris se esconde un tesoro y fueron muchos los que empeñaron su vida en encontrarlo recorriendo miles y miles de kilómetros por el mundo en su búsqueda.
En los días de sol y lluvia, la luz y el agua dibujan en el cielo el arco iris y nos muestran el tesoro que esconden: Zamora, erigida en la piedra, asentada sobre el Duero, Zamora es la joya, el tesoro que tantos persiguieron sin saber que existía, que estaba ante sus ojos.
Ocurre en pleno siglo XXI, en que muchos no han descubierto aún el regalo, la belleza, el misterio, la historia, la maravillosa luz que desprende su piedra dorada, la canción del agua, su mirada eterna, altiva, guardiana, por encima de la muralla.
Enmarcada en el arcoiris, bajo la lluvia, bajo el sol, de día, de noche, Zamora te espera. Ciudad de leyenda, eterna enamorada del Duero.
📸 Foto: Yasmin Smit
Quién lo ha escrito:
Doña Ana Pedrero: admirable la foto y su crónica de Zamora. Ciudad muy recordada porque tuve un gran amigo y uno de mis maestros en la Tauromaquia, el gran Torero Félix Rodríguez II, nacido en Fuetelapeña, (dónde reposan sus cenizas) con alternativa en Zamora de manos de «Chicuelo» y de testigo «El Estudiante» el 9 de septiembre de 1932. Fue torero víctima en su profesión por la guerra civil española y desde entonces lo tuvimos en nuestra tierra Colombia como gran torero, empresario, ganadero y desde luego inolvidable amigo hasta su fallecimiento en septiembre de 1986.