ActualidadAna PedreroOpinión

Nos estáis matando

La desastrosa gestión de unos y otros -llámense Gobierno central o autonómico- y el tremendo varapalo económico a las provincias y pequeñas ciudades con el cierre de la hostelería, me produce una tremenda rabia e impotencia, así como la solidaridad con el sector, los pequeños y medianos empresarios y autónomos, machacados entre los cierres a golpe de decreto y la presión fiscal

Solidaridad con la cadena de puestos de trabajo que genera la sinergia turismo-hostelería, como transportes, distribución o eproductores o con el propio comercio, porque ya me dirán quién se echa a la calle con ocho o diez grados bajo cero sin la posibilidad de tomarse un café que le entone el cuerpo o de ir al baño; o cómo se incentiva el turismo con un cierre perimetral hasta mayo y toque de queda a las diez.

No por esperada la decisión de la Junta no deja de ser un jarro de agua fría; más bien un jarro de agua hirviendo sobre un colectivo que está que arde con unas medidas que no tienen explicación de ningún tipo a la vista de otros servicios como el transporte público, donde no existe ni desinfección ni distancias y aforos reducidos, como ocurre incluso en las salas de esperas de los hospitales, donde tampoco se desinfectan las sillas entre paciente y paciente.

La hostelería ha sido desde el primer momento la paganini de una falta de previsión en la gestión brutal y también de información y se ha adaptado de forma camaleónica a todo lo que se le ha exigido. O algo hay que se nos escapa, que no nos cuentan, o no se puede digerir el cierre en toda Castilla y León, cuando hay provincias como Zamora, cuyos índices de contagio no se acercan ni por asomo al mínimo establecido. No se entiende tampoco por la baja incidencia de contagios en la hostelería, que sí se disparan en reuniones familiares o en las fiestas ilegales que se mantienen en chalets y bodegas. Fiestas que el cierre del sector incrementará de forma notable.

Lo fácil es cerrar. Desde la Junta no se habla de redoblar servicios médicos y así descargar a quienes luchan en primera línea de batalla,.ya agotados física y síquicamente; ni de ampliar las UCIS o vacunar a destajo como si no hubiese un mañana. Cerrar, mientras quienes nos gobiernan tienen el bolsillo tranquilo con un dinero que deberían ganar por gestionar y solucionar, no añadiendo un problema más como es la grave crisis, el empobrecimiento, la ruina de miles de familias. También sus consecuencias caerán sobre nuestros lomos.

A caballo entre la impotencia y la indignación, se me parte el alma. Como clienta, como amiga y también como autónoma en un país donde nos están dando por todos los lados; donde no sólo no se nos exime del pago de la cuota, sino que la incrementan, al igual que suben de forma brutal la luz y el gas en los días más fríos del año.

Si este es el Gobierno social, el del progresismo y del obrero, empiecen a descender un poco a la tierra, al suelo del obrero, al sufrimiento y la angustia de miles, millones de familias y no a joder vivo al currito, que todo lo soportamos pacientemente, lo de unos y otros, atados de pies y manos por la pandemia.

Zamora se muere, se muere su hostelería, su comercio, su sector turístico y de servicios. El motor, el alma de ciudades como la mía. Quizá sea hora de dar el gran golpe ciudadano en la mesa.

Porque no somos culpables; porque nos estáis matando; porque no es sólo la pandemia la grave amenaza que cerca nuestras vidas, también matan la angustia, las deudas, el pan de los hijos, quedarse en la calle; porque no vemos ni una renuncia entre quienes deberíais dar ejemplo.

La solución no es cerrar y ponernos una diana en el corazón, una pistola en la cabeza, reos de muerte de un desgobierno central y autonómico que nos guía como pollos sin cabeza.

Para este viaje, no necesitábamos estas alforjas, tantos políticos en el limbo de los que mañana, cuando hostelería, gimnasios y grandes superficies cierren; mañana, cuando se paralice la vida, dokrán igual que hoy.

Quién lo ha escrito:

3 comentarios en «Nos estáis matando»

  • Hay dos sectores en éste país, a los que más se castiga, el transporte y la hostelería. El transporte, aunque bastante mal parado, va tirando, pero la hostelería, de seguir así, va a ser la ruina del país, mal que le pese a muchos.

    Respuesta
  • No nos olvidemos, aunque creo que ya estamos olvidados, del sector del espectáculo : músicos, salas, técnicos de sonido y luces… Que llevamos prácticamente parados desde el inicio de la pandemia, sin posibilidad de retomar la actividad ni con todas las medidas.

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies