Abrazando el cielo
«Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras«
(Claudio Rodríguez, Don de Ebriedad)
Es un don, como el Hombre de Baltasar Lobo abrazando el cielo infinito de Zamora a la hora del ocaso desde los jardines del Castillo.
Bronce y cielo, cielo y palabra, hoy, 30 de enero, el eterno Claudio Rodríguez veía por vez primera la luz en Zamora. De eso hace 87 años.
Así, abrazando el cielo, con el sol entre nuestros brazos, celebramos la vida. Tu vida, tu verso eterno.
#EternoClaudio
Foto: Yasmine Smit
