Café con sabor a solidaridad
❤️☕ El patio del convento del Tránsito, en la Rúa de los Francos, frente a la Magdalena, ha sido hoy punto de encuentro y de fraternidad en el II Café Solidario organizado por la Hermandad Penitencial Jesús Luz y Vida, una actividad que ha concitado a numerosos cofrades y zamoranos y también al obispo de la diócesis.
Zamoranos y cofrades de la hermandad han ofrecido una magnífica respuesta a esta iniciativa, cuya recaudación irá destinada a un asilo impulsado en Perú por el sacerdote zamorano Pedro Rosón y en cuyas instalaciones atienden a más de un centenar de personas sin hogar y en absoluta exclusión social. El obispo de la diócesis, Fernando Varela, también ha participado en este café solidario que ha contado con una amplia convocatoria que poco a poco iba cubriendo de aportaciones la urna instalada a tal efecto.
A cambio de un donativo voluntario, los zamoranos han podido degustar café con leche, pastas, magdalenas y aceitadas caseras, chocolatinas o leche Gaza con chocolate en la mesa ubicada en el convento del Tránsito, engalanado con hiedra y adornos navideños, que por segundo año colabora en esta acción solidaria con la que Luz y Vida recuerda que la vida cofrade se prolonga durante todo el año y no se ciñe a una mera procesión, a un mero camino acompañando al Jesús o cargando bajo sus andas.
Directivos y voluntarios de la hermandad han servido el café y los dulces, muy oportunos en una tarde húmeda en la que el frío ya hace acto de presencia en la ciudad. Cofrades, hermanos de paso y viandantes han convertido la Rúa en una animada cafetería a cielo raso, donde destacaba en pie el estandarte blanco con el anagrama de la Penitencial que preside su espíritu desde su fundación: «Yo soy la luz del mundo».
Más allá del sabor del café o del delicioso toque de las magdalenas y aceitadas caseras, en el corazón de los asistentes quedaba el regusto de la solidaridad que a través de pequeñas acciones puede cambiar el mundo. Aunque sea con una simple taza de café.
Fotos: Ana Pedrero
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