El Viernes más triste
Viernes de Dolores. Hoy más reales que nunca. El Viernes más triste. Hoy comienza la Semana Santa en la ciudad de Toro, pero el camino del Calvario comenzó hace tiempo p ara tus hijos, Madre Dolorosa. Por eso, la Pasión no saldrá a nuestras calles, sino que habitará nuestro «castillo interior», como se refería Santa Teresa de Jesús al alma.
Hoy, más que nunca, entendemos y compartimos tu corazón atravesado por un puñal, el mismo puñal que desgarra nuestros corazones, hoy unidos en uno solo, un corazón sangrante que se acerca al tuyo, Madre, buscando refugio, consuelo, protección. Tú conoces bien la tristeza y el dolor infinitos de perder al ser más querido. Tú entiendes la tristeza y el dolor infinitos de todas las personas que pierden a sus seres más queridos. Hoy sólo podemos ofrecerte nuestro desconsuelo, nuestra pena, y pedirte que los conviertas en comprensión y esperanza. Que tus manos nos acaricien el alma. Que tus lágrimas limpien nuestros corazones.
En Toro comenzarían esta noche, con la Asociación Nuestra Señora de los Dolores, las procesiones con tu salida a hombros de tus cofrades, Virgen de los Dolores, desde tu iglesia de San Julián de los Caballeros. Esta noche, la más sombría, la más oscura, la más incierta, sentimos tu dolor en silencio y recogimiento, dentro de nuestras casas, orando en un susurro sólo para que tú nos oigas, Madre nuestra.
La magnífica portada de San Julián sería, como siempre lo es, el bello marco que adornaría tus primeros pasos por las calles de Toro. El que, al finalizar la procesión, te acogería de nuevo en tu regreso al templo.
En nuestra mente está viva tu preciosa, tu serena imagen, a pesar del dolor. Tus ojos, que miran al cielo buscando, como nosotros hoy, una explicación que calme la sinrazón de tus Dolores, de los nuestros. Tu bellísimo rostro, tus delicados labios, ruegan a Dios, con dolor, pero sin ira. Muestras dolor, pero también confianza. Y nosotros queremos sentirla contigo, Madre nuestra.
Qué bien que haya quienes sabéis expresar con palabras lo que llevamos dentro.
Gracias por el artículo.
Muchas gracias, Maribel.