Zamora en rosa
En estos días en que la vida se roza con la muerte y el cielo descarga agua; días tan largos a puerta cerrada, con el miedo en los ojos y un invisible enemigo en el aire, vivir es sobrevivir, crecer, luchar, aprender a desenvolvernos en un mundo que desconocíamos.
Desde la orilla izquierda del Duero, recortada en el horizonte, aparece majestuosa Zamora en rosa al atardecer, la luz crepuscular que tiñe su piedra y su río, ahora bravo con las crecidas del deshielo.
Y entonces todo se calma, todo se pone en orden y continuamos el camino con la certeza de que hay un sol que saldrá para todos tarde o temprano.
Zamora en rosa viste de rosa la esperanza.
(Y si he de irme, que sea contemplándote así, mágica, eterna, bajo la última luz)
Foto: Yasmine Smit