Ocaso en el Monte de San Miguel
Y pasó el cielo sin agua acaso como todo lo que pasa sin prometer nada, sin entregarse; acaso como explotaba un sol lejano esta tarde sobre el Monte de San Miguel, junto al Duero, allá donde Toro comienza a ser una certeza, el camino hacia la piedra más allá de las encinas, de los girasoles, de la luz imposible, brutal, como todo lo que muere reivindicándose.
Así el ocaso sobre la tierra, en medio de la nada, bajo el fuego atemperado de agosto, en la hora de las dos luces, esta frontera.
Así el instante que encendía mi alma y lo iluminaba todo antes de ser noche, silencio, milagro efímero de un día que ya es historia.
📸 Fotos: Ana Pedrero









