El tsunami Guarido
Una cadena de televisión nacional acaba de referirse a Zamora capital como «una rareza» en el conjunto de España por la rotunda victoria de Paco Guarido en las elecciones municipales de este domingo.
Pero no. No es una rareza. La arrolladora victoria de Paco Guarido, que se preveía clara aunque quizá no tan rotunda, no es una rareza ni una casualidad. La victoria de Paco Guarido es una respuesta ciudadana a su gestión y a las actitudes de una persona y de su equipo por encima de siglas y colores. Quizá a él no le guste que lo diga, pero en Zamora no se vota a IU. En Zamora se vota a Paco. A Paco y a su gente.
Porque en Zamora a Paco Guarido no es que le voten los militantes históricos de la izquierda o el socialismo descontento, ni los radicales, ni los comunistas. No. En Zamora a Paco Guarido le votan jóvenes y mayores, ciudadanos de izquierdas y derechas, incluso del PP más tradicional y misa diaria, movidos por las actitudes que caracterizan su trabajo: humildad y honradez, honestidad y coherencia.
La victoria de Paco Guarido es una respuesta al hartazgo que los ciudadanos tienen de políticos de baja estatura que han convertido otras instituciones en su cortijo, que ponen y quitan a su antojo, que dinamitaron desde dentro la más bella rosa que tuvo esta tierra y que negocian en prensa silencios u omisiones encubiertas como publicidades.
No es una rareza. El tsunami Guarido es una reacción, un reconocimiento ciudadano y popular a la persona, a una actitud respetuosa con los suyos y con la oposición, cercana y solidaria con la gente, ejemplar con su sueldo. A unas puertas abiertas que otros no conocen ni por asomo, haciendo «suyo» lo público, lo que todos los ciudadanos hemos pagado, o intentando pintar de colores nuestras tradiciones más sagradas.
El pueblo zamorano ha hablado alto y claro. Tan alto. Tan claro. Lo de hoy ha sido un tsunami que sacude el Ayuntamiento desde sus cimientos y debería provocar como primera reacción una reflexión profunda y que entrase aire nuevo de inmediato en otras casas, por respeto a sus propios votantes, a la gente buena y honrada que han perdido por el camino.
Paco, alcalde: en tus manos tienes un tesoro. El futuro de esta ciudad y la confianza de miles de zamoranos. Te la has ganado a pulso en un tiempo de desprestigio de lo político, prestigiándolo con tu forma de ir por la vida, a pie, con la mano siempre tendida, abierta, el puño en alto y los pies en el suelo.
A falta del escrutinio definitivo, el mensaje es claro: Zamora reconoce la honradez y el trabajo. No cabe otra interpretación, o yo no la encuentro.
Enhorabuena, Paco Guarido, en esta noche histórica de celebración para unos y profunda reflexión y propósito de la enmienda para otros.