La ciudad que emerge entre la niebla
En los días de niebla, la vieja Zamora es una ciudad difusa que emerge sobre las aguas con su puente románico uniendo las dos orillas, izquierda y derecha, el más allá y el más acá, el mundo de los vivos y de los muertos, el pasado y el futuro, lo terrenal y lo de arriba.
En estos días de niebla y noviembre, Zamora es un milagro de piedra cuando el sol se abre paso y se posa sobre todas las cosas y a todos nos ilumina; cuando la luz de la madrugada pinta de rosa el río Duradero, el Duero eterno que canta lo que somos, quiénes somos. Y todo parece un sueño, tan hermoso y reposado.
Es el milagro de cada día, la certeza de que estamos vivos.
📸 El FOTÓN es de Carlos Fernando García Andrés, que sabe detener el tiempo en su cámara mágica, convertir lo efímero en eterno.