La Colegiata de Toro custodia las reliquias de San Valentín

El cráneo del santo patrón de los enamorados llega a Toro en 1545 gracias a Diego Enriquez, capellán del Emperador Carlos V, a quien el nuncio de Paulo III concede licencia para depositarlo.

El mundo celebra hoy a San Valentín, patrón de los enamorados. Y aunque es universal la fama de que goza el santo, son pocos los que saben que la Colegiata de Toro custodia desde el siglo XVI una valiosa y famosa reliquia: el cráneo de San Valentín, cuya festividad ha convertido cada 14 de febrero en el Día del Amor.

Obispo romano del siglo III, San Valentín es considerado el patrón de los enamorados mucho más allá del evidente reclamo comercial que supone, ya que en el tiempo del emperador Aureliano, en plenas persecuciones a los cristianos, casaba en secreto a los jóvenes romanos. Por ello, fue lapidado y decapitado un 14 de febrero del año 270.

La reliquia llega a la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro gracias a Diego Enríquez, capellán del Emperador Carlos V, a quien el nuncio de Paulo III concede el 26 de abril de 1545 licencia para depositarla. A manos del emperador había llegado como un regalo del mismo Pontífice, ya que al ser decapitado, San Valentín era también intercesor de las jaquecas y migrañas, que también padecía el monarca.

En el templo toresano, enmarcado en una caja ovalada de plata del siglo XVI y rodeado de otras reliquias, Toro custodia el cráneo del santo, a quien se le destina una capilla propia y es titular de una cofradía que llegó a ser de las más importantes de Toro, con diversas indulgencias para sus cofrades y devotos.

Fue el canónigo Valentín Tejederas quien fortalece el culto a San Valentín en Toro, cuando en 1682 logra que el Papa Inocencio XI conceda una indulgencia plenaria cada siete años para los fieles que visiten la capilla del santo y veneren su reliquia, que se expone cada 14 de febrero. Este canónigo de La Colegiata obtiene asimismo de Roma un Jubileo para los miembros de la cofradía de San Valentín.

Testimonio de la fuerza popular de la devoción al santo es también una imagen neoclásica en La Colegiata tallada en madera de pino en el año 1788 por Pedro León Sedano, así como una una tabla de Baltasar Coca del siglo XVII que representa el martirio de San Valentín.

Al románico majestuoso de su Colegiata, al noble señorío de sus casas y palacios, a su historia y sus leyendas, a su vino oscuro que vestía de gala las copas de los reyes, Toro une también el ser depositaria de unas reliquias que el pueblo ha honrado secularmente el 14 de febrero y que constituyen una magnífica razón para convertirla en un destino para aquellos enamorados que quieran rezar ante su santo patrón. El próximo domingo 16 de febrero podrán además besar sus reliquias al finalizar la misa de las 13 horas, siguiendo una tradición secular del pueblo toresano.

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Un comentario en «La Colegiata de Toro custodia las reliquias de San Valentín»

  • el 15 febrero, 2020 a las 01:47
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    Me gustaría saber si se han sometido a la prueba del carbono 14 a las religiosas citadas.
    La Sábana Santa, resultó ser del siglo XIII aprox. Negándose desde entonces, hace ya bastantes años, a hacerle más pruebas.

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