Espejo de soledades
Espejo de soledades, cuna y mortaja, lecho eterno de inviernos y leyenda, entre las montañas cárdenas de la Sanabria emerge el Lago como un milagro brotado de una inmensa lengua de hielo haciendo surco, hondón en la tierra.
Escrita en sus aguas quedó la maldición, pero en sus orillas, de sus entrañas, surge siempre, rabiosa, la vida, la alegría, la belleza, el recuerdo de los veranos, la blancura del invierno, la leyenda que selló su destino.
Agua que calma la sed de los ojos que buscan su reflejo. Refugio, espejo de las soledades de las almas.
Foto: Paco Fuentes Vicario