Fallece Vicente Fidalgo Sesma, empresario y patriarca de una querida familia hostelera
🖤✝️ Propietario ya jubilado de Distribuciones Fidalgo y de la desaparecida cafetería Valderrey, sus hijos han continuado la saga con el Cachito y la Taberna Urbana Comodín.
🖤✝️ La capilla ardiente está instalada en el tanatorio de La Soledad (La Horta) y el funeral tiene lugar mañana a las 11 en la iglesia de San Frontis.
Zamora amanece hoy más triste y más pobre con el fallecimiento de Vicente Fidalgo Sesma, empresario vinculado al sector hostelero primero con su empresa de distribuciones y después con la cafetería-restaurante Valderrey, todo un referente en la capital hace unas décadas, y patriarca de una saga dedicada a la hostelería con sus hijos Michel (antiguo Cachito) y Juan, propietario del Comodín, en la Avenida de las Tres Cruces. El empresario ya jubilado fallecía anoche a los 81 años de edad tras no superar las complicaciones de una operación realizada hace unos días.
Casado con Maribel Bueno -la mirada azul y transparente, tan buena, tan dulce-, y padre también de Virginia (funcionaria en el Patronato de Turismo de la Diputación Provincial), Curro ( Jaus Comunicación) y Arancha, nuestra recordada sirena del Duero, que tan pronto se nos fue a nadar por ahí arriba, Vicente Fidalgo estaba también íntimamente vinculado a la vida de la ciudad a través del Zamora CF y del Club Náutico, donde los veranos de la infancia eran más bonitos y discurrían entre la piscina, las canchas de tenis, las partidas de mus y dominó y las mesas de madera donde siempre cabía uno más o los que llegasen.
Allí, los socios éramos una gran familia en la que los hijos nos criábamos juntos y tejíamos lazos de amistad y amor para toda la vida que ya nunca se rompen. Así ocurrió con Eva y con Luis, a quienes tanto quiero, que entraron en la familia por la vía del corazón.
Eran los veranos con Fermín y Mari Carmen Crespo, los Eguaras, Fausto, Chus y Joaquín, mis padres y tíos, Mari y Manolo, los Regil, los Guti, los Anta, los Merino, las Gago, Cuqui, Fernando y Marta… tantos niños que hoy son padres, tantas ausencias ya. Cuántos se nos han ido desde aquellas fotos que van perdiendo color con los años. Ahora, cuando alguno se va, el corazón y la memoria regresan a aquellos días de deporte, sol y olor a Nivea, fiestas de disfraces, sin dolor, sin conocimiento del peaje que pagamos por vivir. Y esa mirada se nubla y duele, pero también conforta y nos recuerda lo felices, lo privilegiados que hemos sido, la suerte que hemos tenido por criarnos con tanto amor, tanta alegría. Esa es vuestra mejor herencia.
Hombre de la eterna sonrisa, cariñoso, enérgico, directo, bromista, currante, Vicente es uno de esos zamoranos insustituibles, parte de una Zamora mucho más humana, sensible, amable, con las puertas y el corazón siempre abiertos. Una Zamora de abrazos que se pierde desdibujada en las nuevas tecnologías, en la frialdad de las pantallas de los móviles. Me quedo con el último que nos dimos en la Plaza de Viriato, con tu fuerza para sobreponerte a lo peor que os pudo dar la vida. Qué valientes habéis sido los dos.
El tanatorio con sus restos mortales está instalado en la Funeraria La Soledad, en La Horta. La misa de funeral tendrá lugar mañana a las 11 horas en la iglesia de San Frontis.
Descansa en paz, querido Vicente. Cuídanos a la hermosa sirena de los cielos, que te espera.
📷 Foto portada: Vicente Fidalgo y su mujer, Maribel Bueno.
