La primera luz
Existe una ciudad que viste de rosas y naranjas, amarillos, azules imposibles cuando la primera luz del día enciende su cielo.
Así Zamora, su muralla, su Duero, en el inicio de cada día, cuando la vida se despereza de puertas adentro. Altiva, maciza, hermosa bajo la caricia del amanecer.
Rotunda, románica, cincelada en la piedra, en la historia; poderosa, paciente, inmensamente bella.
Foto: Rafael Pedrero
