Zamora, un paraíso gastronómico
La provincia de Zamora y su capital ofrecen de norte a sur infinidad de platos, alojamientos, parajes, paisajes y gentes que la convierten en un paraíso turístico y gastronómico de primer orden a apenas 200 kilómetros de Madrid y con una buena comunicación por autovía y tren de alta velocidad.
Su variada geografía y la calidad de los productos de la tierra, además de la excelencia de sus vinos la convierten en un destino ideal para los visitantes de corta y larga estancia, que podrán disfrutar de enclaves naturales privilegiados, pueblos y ciudades monumentales o tranquilos parajes rurales con alimentos y vinos autóctonos de primerísima calidad.
No en vano, entre las comarcas de Zamora una recibe el nombre de Tierra del Pan y otra de Tierra del Vino, lo que da idea de la importancia del cereal y el viñedo desde tiempos inmemoriales en estas tierras.
Productos reconocidos como el Garbanzo de Fuentesaúco, la Lenteja de Tierra de Campos o el Habón de Sanabria o la magnífica huerta que baña el Duero constituyen entrantes ideales para el Lechazo de la IGP de Castilla y León o la Ternera de Aliste así como el Chorizo Zamorano, aderezados con el Pimiento de Benavente o los boletus y setas de Sanabria, Aliste y La Carballeda, regados con los vinos de las D.O de Toro, Arribes del Duero y Tierra del Vino o por los de Benavente y los Valles.
A estas exquisiteces hay que añadir el Queso Zamorano, un queso puro con la leche de las ovejas churras y castellanas que pastan en la provincia, o la deliciosa miel de brezo, encina o roble, principalmente de la zona de Aliste.